sábado, 5 de noviembre de 2016

'Glitch': ¿por qué los muertos son tan plastas?

    Como si salieran de un 'Gandía Shore' o de una pelea de barro, los muertos aparecen como setas en un cementerio australiano. Surgen de sus tumbas, aburridos de la humedad y la oscuridad eternas.

    Los ve salir un joven aborigen de 16 años que los graba con el móvil se encariña con uno de ellos: el fanfarrón bebedor Paddy Fitzgerald, quien resulta ser el alcalde de Yoorana allá por el año 1800 y que regresa a la vida para beber cerveza en el pub del pueblo.


    Entre los resucitados los hay de todas las épocas y pelajes. Está Kate Willis, la ex mujer del único poli del condado, James Hayes, fallecida dos años antes de cáncer. Apenas recuerda su pasado y mucho menos que falleció.

    Está el ama de casa, temerosa de Dios, nacida en 1930, muerta 30 años después, y que vuelve a pasearse por la tierra.

    Y Charlie, el joven granjero muerto 100 años atrás.


    Tras ver el primer capítulo y parte del segundo, echo en falta un poco más de acción, cierto ritmo en una serie que se asemeja a la magnífica 'The Returned'.

    Quieres saber por qué tan diversos muertos regresan a la vida. ¿Cuál es su función tras estar nuevamente en la Tierra? Por eso habrá que seguir viéndola, aunque no acabe de convencer la trama ni los personajes.

    Sobre todo el misterio del hombre agresivo que apenas habla, el motivo de por qué cuando los resucitados cruzan el término municipal se desintegran y qué pasará con el poli y su exmujer, teniendo en cuenta que el agente se ha casado de nuevo.

    PD: Desternillante la relación entre el joven aborigen y el exalcalde Paddy.

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