martes, 11 de abril de 2017

'Helix': de vergüenza ajena

    'Helix' empieza siendo una promesa de una joyita tipo 'La cosa', obra maestra del terror, dirigida por el genial John Carpenter, y acaba siendo una sucesión de tópicos, sobreactuaciones y escenas aburridas por demasiado repetido lo mismo.

    La promesa de una serie de misterio, terror y suspense, al estilo de 'Resident evil', con experimentos de adn y esas cosas, en una base perdida en el Ártico, se transforma en una sucesión de planos sin sentido y acción poco creíble. 

    La trama no está mal pero sí lo está el guion, los actores y los escenarios. Las subhistorias no se enlazan bien, como si cada uno fuera a lo suyo, con lo que da una sensación de cutrez que ni llega a serie B. Lástima. Prometía mucho.

    Bill Campbell es un sobreactuado del copón. Hay momentos en los que en lugar de provocar respeto, provoca risa y vergüenza ajena. Y el pretendido halo de misterio que quiere trasladarnos el oriental jefe de la base se queda en muecas a lo 'van damme'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario