viernes, 9 de marzo de 2018

'Ghost wars': tiene su punto

    
    'Ghost wars' es interesante en sus primeros capítulos. Luego, los fantasmas se vuelven un tanto plastas. Aunque no podemos dejar de verla para conocer qué está sucediendo en un pueblo de Alaska, tomado por los espíritus de sus fallecidos habitantes con el objetivo de hacer la vida imposible a los vivos.

    La existencia de una factoría con un acelerador de partículas en plena montaña añadirá misterio a la serie.

    El posible salvador -o no- es un joven marginado, Roman Mercer (un muy buen Avan Jogia) hijo de una bruja, al que le es imposible escapar del pueblo. En conversaciones con su enigmática amiga irá de un lado a otro cosechando rechazos y alguna que otra amistad interesada. 

    El humor descacharrante y surrealista es una seña de identidad de una serie que en ocasiones da miedo de verdad. Como si fuera una tétrica cinta basada en historias de Stephen King con la sátira de Sacha Baron Coen. Vincent D'Onofrio está fantástico en el papel de cura extravagante. Meat Loaf también se sale como viejo borracho y vengativo.

    Es una serie sobre lo paranormal, entretenida, y con lo atractivo de la trama: gente de pueblo -de lo más variopinta- encerrada en su villa a merced de fantasmas cabreados.

    Tiene un vistazo. Los primeros capítulos son más que divertidos y estimulantes.

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