'Britannia': insulsa y sin alma

    
    'Britannia' se deja ver porque todos los detalles históricos están muy bien cuidado. Pero parece que no acaba de arrancar. Se suceden los capítulos y no ocurre nada definitivo ni digno de mención. Es como un río que fluye, refresca, pero no enamora. Le faltan alma y brío. Es insulsa.

    Carece del brío y de la fuerza de la que, para mí, es la mejor serie sobre la época: la bestial 'Roma', que sí tenía nervio, pasión y poderío. 'Britannia' es como muy fría.

    Y cuenta con un grupo de personajes muy brasas -y no sé hasta que punto creíbles-, loa rarotes y todopoderosos druidas. No puede ser que con mirarte a los ojos te venzan, que con su magia puedan derrotar a tres legiones romanas.

    Los personajes también son cansinos. Como el expulsado mago druida que huele a cabra muerta y se pasa la serie corriendo por las montañas como si fuese un Forrest gump de la pradera. Y eso que el actor es más que bueno.

    Como excelente es la interpretación de David Morrisey en el papel del general Aulus Plautius, enviado por el emperador Claudio para conquistar la Isla, algo en lo que Julio César fracasó.

    No sé. Regusto agridulce. La ves, pero no te llena, ni emociona. Solo pasas el rato y nada más. Hay muchas otras series a la espera de ser disfrutadas.