sábado, 28 de enero de 2017

'The night of': tensión absoluta

    
    Hacía tiempo que no estaba tan pendiente de cada segundo de una serie. Sin acción continuada, sin carreras, sin gritos, sin estrés, la narración es intensa y poderosa. 
 
    La historia posee una tensión absoluta y total. Nada de lo que sucede es previsible. Cómo sufrimos por el pobre diablo estadounidense-paquistaní y el embolado en el que se ha visto involucrado.


    'The night of' es bestial. Original. Potente. Poderosa. La figura de John Turturro, en su línea extravagante, despistada, irónica, se convierte en un gigante de la trama. Es un abogado de baja estofa, comprometido y escéptico. Un superviviente que se da de bruces con un caso terriblemente mediático. Él, un perdedor eterno.

    El protagonista es muy bueno. Pobre chaval. Nas, todo inocencia, vivirá la peor pesadilla de su vida. Las peores son esas que tienen pinta de sueños perfectos pero que, en un golpe repentino de mala suerte, se convierten en malos sueños de los cuales es imposible despertar.

    Esta historia de crimen, detectives, dudas, prisiones, drama, policía, racismo y abogados posee una intensidad profunda. Una de las mejores series que he visto últimamente. No se puede perder. Porque, además, queremos conocer la verdad. Saber quién y por qué. Y si es 'Perros de paja', 'Celda 211', 'El fugitivo' ó '¡Jo, qué noche!'.

domingo, 22 de enero de 2017

'True detective' II: menos que la de Harrelson y McConaughey

             'True detective' I es inmensamente buena. Harrelson y MacConaughey protagonizan una historia épica. En cambio, la II, la de Colin Farrel y Vince Vaughn no es tan oscura, tétrica y siniestra, pero mantiene el tipo. Si te ha gustado la primera temporada, te gustará esta segunda en la que no repite ningún personaje ni lugar de la primera. 

    'True detective' II muestra una ciudad del condado de Los Ángeles donde un mafioso Frank Semyon (Vince Vaughn) lucha por sobrevivir con la ayuda de un policía corrupto Velcoro (Colin Farrel) que investiga el brutal y misterioso asesinato del socio del primero.


    El papel de Farrel, el detective Ray Velcoro es de lo mejor de la serie. Borracho, violento, atormentado... lo tiene todo para convertirse en un personaje cercano a los ideados por Jim Thompson o James Ellroy.

    En la búsqueda del criminal unirá sus fuerzas a dos investigadores también repletos de traumas y demonios interiores: la detective Antigone Bezzerides (Rachel McAdams) y el patrullero Paul Woodrugh (Taylor Kitsch).


    Todos ellos se moverán por una ciudad Vinci (basada en Vernon) plagada de corrupción, drogas, pornografía, prostitución...  donde destaca lo más bajo y abyecto del ser humano.

    Una buena serie de policías, políticos y empresarios que nadan entre la basura y el crimen. Muy recomendable pese a no llegar al nivel de obra maestra de True detective I.

sábado, 21 de enero de 2017

'Preacher': una mezcla de los hermanos Coen, Robert Rodríguez y Tarantino

    
    'Preacher' es un cóctel explosivo. Como si el barman fuera un cruce de los hermanos Coen, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez. Lo surrealista, lo macabro, lo extravagante, lo inconexo y lo sobrenatural se dan la mano en esta historia ubicada en un poblacho de Texas.

    Allí, en un rancho, el predicador Jesse Custer (Dominic Cooper) intenta levantar su iglesia para olvidar su oscuro y peligroso pasado. Le ayudarán un desfasado y hortera vampiro, Cassidy (Joel Gilgun) un ama de casa apocada y pícara  partes iguales, y una excompañera de correrías delictivas. 

    Entre medias, dos ángeles patosos, frikis y armados hasta los pelos de las cejas intentarán extraer el don divino del estómago del cura. Cada intento será como los que protagonizan Mortaledo y Filemón en las novelas de Ibáñez.

    Cassidy protagoniza una memorable pelea a lo 'Kill Bill' en el interior de un avión que sobrevuela la iglesia de Custer.

    Al mismo tiempo, el rico del pueblo, los macarras que trabajan para él, el sheriff y su hijo monstruito, junto a las prostitutas de la zona, darán colorido y juego a esta serie genial, desternillante y desconcertante a partes iguales.

    Los papeles del predicador y se su amigo vampiro son de óscar. Recomendadísima. 

domingo, 15 de enero de 2017

'Westworld', de HBO: cansina

    
    Esta es una serie en la que unos robots (con apariencia 100% humana) viven un día y otro la misma rutina con pequeñas variaciones. Habitan un poblado del lejano oeste, creado artificialmente, para que ricachones del siglo XXI, de carne y hueso, vivan durante unos días como los hacían los vaqueros más bregados. Como en un 'Jurassic Park' sin, en teoría, peligros.

    En 'Westworld', una recreación a escala humana de Fort Bravo, Tombstone, Dodge City, Laredo o Cheyenne en 1870-80, viven los 'anfitriones', los robots a imagen y semejanza de 'Blade runner' para uso y disfrute de los 'huéspedes', ricachones que se visten de vaqueros y disfrutan de mujeres, salones, whisky y capturas de fugitivos en este pequeño mundo artificial. Como si una máquina del tiempo los hubiera llevado a Lejano Oeste.

    Esta serie, original donde las haya, es muy cansina. Porque vivimos en un eterno día de la marmota. Porque los ideólogos de 'Westworld' son un aburrido Anthony Hopkins y un 'nosesabebienquehago' Jeffrey Wrigth, responsable de la programación de los replicantes.

    También aparece un pendenciero 'huésped' Ed Harris que 'nosesabebienquebusa' y que se porta con los replicantes como si un hooligan inglés en Magaluf pasada la medianoche.

    Lo bueno de todo esto es que los 'huéspedes' no pueden morir en 'Westworld'. Si les dispara un pistolero borracho no sucede nada. Pero ellos sí pueden freír a disparos a los inocentones robots.

    Todo se produce en un ritmo muy lento, casi predecible, y con escenas poco conectadas entre sí, de tal manera que no sabes bien hacia dónde viaja la trama. Es como 'Perdidos', pero sin alicientes ni interés. Muy buena factura y actores, pero un contenido de quiero y no puedo.

    Lo más destacable, los papeles de Evan Rachel Wood, como la preciosa y soñadora robot Dolores Abernathy, y la madame del burdel, otro replicante, Thandie Newton, en el papel de Maeve Millay. 

viernes, 13 de enero de 2017

'Paranoid': interesante, pero falta de ritmo

    Una terrible conspiración se esconde tras el brutal asesinato a plena luz del día de una mujer en el parque ante su hijo pequeño.

    La tranquilidad de una villa de la campiña inglesa se verá además trastocada por el suicidio del supuesto asesino, un joven esquizofrénico al que trata un coaccionador y misterioso psiquiatra.

    La investigación del pasado de la asesinada, que fue médico en Alemania, llevará a Bobby Day (Robert Glenister), un estresadísimo y ansioso policía curtido, a Duseldorf donde una empresa farmacéutica parece estar detrás de las muertes.


    La trama es interesante porque siempre hace requiebros y engaña al espectador. Más bien la acción va por otros derroteros de los que sugiere el telespectador. Pero el ritmo es extraño. Un paso adelante y dos atrás. Con unos personajes a veces poco creíbles, vacilantes y de comportamientos que chirrían.

    Los policías no llevan armas. La mujer es una histérica al borde del ataque de nervios Nina Suresh (excelente Indira Varma), el joven no se sabe si es poli, gigolo, enamorado atontado o vendedor de seguros y, el mayor, un genial Robert Glenister no cesa de tomarse ansiolíticos tras 15 años sin tener novia, lo que le afean los agentes alemanes.


    Además, tienen un jefe que es y no es jefe, a una cuáquera ex ninfómana y al hermano del esquizofrénico muerto que, mientras pide medicación, no se sabe si está con los buenos, los malos o con quién se posiciona.

    Tanta indefinición, cambio de rumbo en la trama, en la forma de comportarse de los personajes, etc., hace que esta interesante serie se alargue en demasía en el tiempo sin lograr conclusiones. Se ve con mucho interés en los primeros capítulos, pero poco a poco decae su fuerza y se convierte en un producto más.

    PD: Unos agentes de investigación criminal no pueden ser tan inocentones ni tontorrones. Nunca en tan alto grado de apollardamiento.

lunes, 2 de enero de 2017

'Better call Saul': interesante y divertida precuela de 'Breaking Bad'

    
    Es una pequeña joya. La precuela de 'Breaking bad' es interesante, divertida y cargada de misterio. Los inicios de Saul Goodman, el abogado tarambana, lenguaraz y turbio, de la obra maestra que es 'Breaking bad' nos enseña sus comienzos en el mundo de la abogacía.

    Desde un despacho-vivienda enano, en la trastienda de un salón de belleza oriental, alimentado por agua de pepino, James Morgan 'Jimmy' MacGill (el futuro Saul) lucha por hacerse un hueco en el mundo de los pleitos y en las salas de los juzgados.

    Montado en un Hyundai destratalado se patea Albuquerque acabando como abogado de la tercera edad en testamentos y asesoramientos, mientras ayuda a su hermano, el reputado socio de uno de los mejores bufetes de la ciudad, aquejado de una extraña enfermedad.

    Entre medias, se cruzará con unos gemelos que timan a la gente mediante falsos accidentes, con Nacho el traficante peligroso, con una compañera de bufete de su hermano y con el vigilante del parking del juzgado, el futuro sicario y conseguidor de Goodman, el silencioso y efectivo expolicía Mike Ehrmantraut (interpretado magistralmente por Jonathan Banks).

    La serie es una delicia. Por la forma en que está filmada, por las escenas silenciosas y enormemente descriptivas, por los personajes que no son ni muy buenos ni muy malos, por las riquísimas subtramas...

    Da gusto disfrutar de esta maravilla cinematográfica televisiva. La vida de MacGill/Godman es un gustazo. La tensión es permanente. A disfrutarla.