El primer capítulo es muy bueno. Los demás son aburridos. Porque repiten, una y otra vez -hasta la saciedad del rey de los cansinos-, los esquemas del primero.
Lucifer, Diablo, Demonio ó Belcebú, señor del Infierno, transportado a la Tierra para tomarse unas vacaciones como gerente de una sala de fiestas es gracioso, pero cuando siempre hace las mismas bromas e investiga los mismos casos, cansa.
Por eso creo que es una serie para pasar el rato si no tienes otros objetivos más importantes en la vida como ganar el campeonato regional de romper sandías con la cabeza o ser el mejor en el segundo encuentro de bolillos de la provincia.
No pasé del segundo capítulo porque es esquema es el mismo. Lucifer dice chorradas, se comporta como Arturo Fernández de joven, ayuda a la detective buenorra-a-la-vez-que-traumatizada-por-un-suceso-de-juventud y solucionan el caso.
Es una copia -con menos gracia- de la genial 'Castle' e incluso de la divertida 'Bones'- Si 'Castle' es de 9 y 'Bones' de 8; 'Lucifer' es de 5,5 ó 6 (para ser justos, ya que tiene un público fijo que disfruta de las barrabasadas y travesuras de este señor con rabo y tridente).
En definitiva, a este 'luci' le falta maldad (qué contrasentido) y le sobra tontería. Mucho tópico y poco 'tomate'.