lunes, 7 de enero de 2019

'Perros de Berlín': potente serie, al estilo de 'Suburra', sobre mafia, neonazis y fútbol en Alemania

      
    En 'Perros de Berlín' todos los personajes caminan por el filo de la navaja. Poco se diferencia un mafioso 'kanak' de un investigador teutón. Nadie es más malo que bueno o, al menos, todos tienen sus pecados y sus cadáveres en el armario.


    Es verdad que hay agentes incorruptibles, pero se ven aplastados por la maquinaria capitalista y el salvajismo de dos facciones. Por un lado, la Hermandad de neonazis y las mafias turcas y croata.


    Esta brutal serie recuerda a la crudeza de otra poderosa creación europea, la magistral 'Suburra'. 'Perros de Berlín' bucea en los bajos fondos berlineses y en los amaños en el mundo de las apuestas deportivas. Incluso aparece en juego un futbolista de la selección de origen africano que recuerda a Neymar.


    Lo mejor:

    El investigador jefe de Homicidios, Kurt Grimmer (Felix Kramer), con pasado nazi, una familia ejemplar y una relación con una mujer de los bajos fondos. Sus adicciones le tendrán todo el tiempo en la picota.


    La relación complicada y repleta de traiciones y violencia entre los hermanos turcos que dirigen la principal mafia berlinesa, los Tarik Amir, y su enfrentamiento con su principal competidor, el croata Tormo.


    La disección perfecta de mundo del fútbol y sus implicaciones con el submundo del sexo y las apuestas ilegales. Las jóvenes estrellas y la tremenda presión mediática, racista y publicitaria.


    El investigador jefe de origen turco Erol Birkan (Fahri Yardim), incorruptible, pero con asfixiantes secretos a sus espaldas.


    Hay escenas muy buenas, como cuanto al segundo de los mafiosos turcos hace una apuesta alocada con el capo croata a cuenta del partido Alemania-Turquía. O cuando el capo turco se enfrenta a su hermano tras bajar a toda pastilla de su Porsche.


    También es memorable el enfrentamiento entre la pija mujer de Kurt con una empleada ladrona. O cuando Kurt descubre el importante asesinato que sucede junto al piso de su amante. 

    Para disfrutar de esta 'Suburra' alemana que no deja títere con cabeza.

    PD: El paralelismo que hace Kurt sobre la vida de un perro que recoge de la carretera y los seres humanos es para pensárselo seriamente.

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