Inquietante, taquicárdica, de suspense intenso, con personajes prodigiosos y que dan mucho, pero que mucho miedo.
Es como si H. P. Lovecraft, Stephen King y Dean Koont se dieran la mano. Es una especie, pero en otro tono y con otros personajes que van de normales, pero son lo más inquietante al sur de Manhattan.
Esta es una serie, además, inteligente. No hay sobreactuaciones ni momentos de increíble incredibilidad. Es un cóctel perfecto de rutina diaria y miedo cerval.
La vida de un joven restaurador de películas antiguas dará el vuelco cuando el extraño propietario de una multinacional le ofrezca mucho dinero por restaurar las cintas de vídeo quemadas en el incendio de un fantasmagórico edificio de Nueva York sucedido 30 años antes.
A partir de aquí los sucesos paranormales y los flash backs al antiguo edificio nos dejarán entrever una historia repleta de maldad, misterios, brujería y asuntos varios.
La verdad es que el ritmo y tono de la serie, las secuencias, la trama y todos los personajes son de alto nivel y voltaje poderoso.
'Archivo 81' se devora de una tacada porque afecta a nuestros miedos más profundos. Es desestabilizante y con un alma endiablada.
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