domingo, 12 de mayo de 2019

'Warrior': entre Quentin Tarantino. Bruce Lee y 'Chinatown'

    
    Es un disfrute total. 'Warrior' es refrescante, dura, divertida y repleta de acción. Uno de los capítulos es de excelente para arriba. Como si hubiera copiado la esencia de 'Los odiosos ocho', de Quentin Tarantino, trasladada a un lugar perdido en Nevada.


    'Warrior' recupera un guion de Bruce Lee que no pudo llevar a cabo. Nos traslada al 'Chinatown' salvaje de finales del siglo XIX, lo que es la versión de la costa oeste del 'Five points' de Nueva York.


    Aquí se darán la mano las mafias chinas (extremadamente salvajes) con la policía corrupta, los políticos vendidos, la droga, la prostitución y la irrupción de un 'chinche' (que es como se llamaba entonces a los chinos que en oleadas llegaban a San Francisco), experto en artes marciales, nieto de un marino mercante americano, y que busca a su hermana... otra de las sorpresas de este puntazo de serie. 


    A partir de ahí se sucederán escenas de lucha espectacular con las técnicas del 'kung fu', navajas y hachas, las vendettas entre las diferentes 'tongs' y la acción de la Brigada Especial Criminal, creada por el alcalde para combatir la salvaje criminalidad en Chinatown, un lugar vedado a la policía. Aquí llega el aroma de 'Copper'.


    Las puñaladas traperas al estilo de 'Juego de tronos', el sexo, el racismo y la lucha por la vida (que no vale un céntimo) centrarán esta especie de 'El Padrino', ambientado en California.

    Los corruptos sindicatos formados por unos no menos salvajes irlandeses también aportarán su granito de arena sangriento en esta lucha de poder. Son racistas y rechazan a los miles de chinos llegados para trabajar en el ferrocarril Este-Oeste.

    En definitiva, un chute de adrenalina y buena acción.

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