'Whatchmen': inclasificable, inquietante, de culto

    
    'Watchmen' es una serie inclasificable. Mezcla ciencia ficción, con violencia, racismo, surrealismo, amor... Es un ejercicio de cine puro, que inquieta, a la vez que sorprende. Repleto de giros narrativos, cambios de escenario y de ritmo, y una historia más que oscura. Y una conjura aún más terrorífica.

 

  Una serie de culto que llega a removernos las vísceras. Porque transcurre en una distopía fruto de un tremendo suceso luctuoso para la Tierra. Aparecen policías enmascarados, villanos con estética del Ku Klux Klan, gente con súperpoderes, investigadores del FBI taimados, presidentes de EEUU imposibles, alienígenas...

    Paralelamente, la escena viaja a una de las lunas de Júpiter donde vive el mítico Profesor Manhattan arrestado por un extraño avatar de la vida. Este está interpretado de manera genial por el gran Jeremy Irons. Como el papel que hace Louis Gosset Jr.

    Además, la protagonista, la agente Angela Abar/Sister Nigth (genial Regina King), que esconde a su familia su verdadero trabajo, recibirá en Tulsa la visita del pasado en forma de la verdadera historia de su familia tras las razzias de los años 50.

    En definitiva, un universo propio, plagado de personajes rimbombantes, en una trama como loca, pero que, poco a poco, despejará su razón de ser. Adictiva. De culto. Inmisericorde. Imprescindible pese a sus claves enrevesadas.