'Wolf Creek' es una película de terror y casquería de bajo presupuesto, aunque muy efectiva. La historia es buena y el humor negro dotan a al cinta de un atractivo especial. Sin embargo, la forma modernilla de filmarla, con movimientos de cámara extraños y filmación tipo documental a ratos, le quitan cierta efectividad.
Lo mejor de 'Wolf Creek' es su segunda parte, 'Wolf Creek 2'. Esa sí es una película potente de terror, gore y suspense al estilo de 'La matanza de Texas'.
Ambas están protagonizadas por jóvenes turistas que visitan Australia para divertirse y practicar el surf y que, en un momento dado, deciden internarse por el centro del continente para visitar el cráter de Wolf Creek, creado tras la caída de un meteorito.
Es una zona inhóspita donde los visitantes tendrán un percance y, en medio de la nada, deberán aceptar la ayuda de un tipo extraño, entre huraño y socarrón, vestido como Cocodrilo Dundee.
Pues eso, para los amantes del terror con sangre y violencia extrema estas son unas buenas opciones, sobre todo, la segunda parte de la saga que se puede visionar sin problema sin haber visto la primera.
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