Poca gracia me hace ver una serie en la que a la segunda escena ya sabes quién es el asesino. Y así este maravilloso invento pierde cualquier tipo de interés. Ya no hay suspense. Desvelar a los diez minutos que el criminal en serie es un psicólogo sin empatía, con hijos, mujer y una vida en teoría modélica... Eso no se hace ni entre amigos. Y, sobre todo, si finalmente la criaturita es un mini Dexter en una "versión de interés nulo".
La "no acción" tampoco ayuda a engancharse a la historia. Es lenta, desganada y gris. En verdad es otra manera de entender el thriller, aunque a mí me parece que provocar somnolencia en el espectador es más bien propio de la ñoñería que de una producción sobre asesinos en serie.
'The fall' está más que correctamente interpretada por Gillian Anderson (la agente Dana Scully) a pesar de que las mejores escenas son esas en las que sale en pijama o nadando. Es que no hay mucho que destacar de esta historia lineal y sin pimienta.
El actor, que interpreta al depravado, pero sencillo y bueno del psicópata de turno es Jamie Dornan (Grey, el de las Sombras) y lo hace más que bien. Muy logrado.
Como si un funcionario del registro de la propiedad se pusiera a rodar la comunión de su hija. Sopor, qué sopor, que diría José Luis Moreno.
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