jueves, 17 de septiembre de 2020

'Inés del alma mía': la épica de la conquista de Chile en una serie que roza la obra maestra

'Inés del alma mía' es una serie que roza la obra maestra en la que se narra la épica conquista de Chile protagonizada por unos pocos soldados españoles. La fuerza de sus ochos capítulos radica en la intensidad y perfección interpretativa de Elena Rivera, que da vida a la indomable Inés Suárez de Plasencia, desplazada al Perú de Pizarro para encontrar a su marido, enrolado en las tropas pizarristas.


Al inicio se nos muestra cómo era la vida en Extremadura a principios del siglo XVI y cómo las mujeres eran meros objetos decorativos. Ahí es donde radica la diferencia, en la bella, rebelde y carismática Inés, que lucha contra eso para buscarse un futuro feliz.

Ya en Perú asistirá a la guerra civil entre Almagro y Pizarro, y hará buenas migas con el maestre de campo de este último, Pedro de Valdivia, al que da vida un perfecto Eduardo Noriega. Siguiéndole, en un duro viaje de meses, con 20 soldados y 100 indios auxiliares, Inés Suárez protagonizará la conquista de Chile y la fundación de Santiago de Nueva Extremadura (la actual capital chilena) tras múltiples aventuras épicas y de leyenda (tremendos y orgullosos los indios mapuches), llegando a ser su gobernadora.

Esta serie cuenta con uno de los mejores elencos del cine actual. La recreación de la época y las interpretaciones están a un nivel difícil de superar. Destacan el malote hermano de Pizarro (Hernán, al que da vida un excelente Federico Aguado); el maquiavélico secretario de Pizarro, que dará mucho juego, Sancho de la Oz (genial Enrique Arce); y los inconmensurables Benjamín Vicuña (Rodrigo de Quesda), Carlos Bardem (Diego de Almagro), Francesc Orella (Francisco Pizarro), Carlos Serrano (Juan de Málaga)...


Los actores chilenos también superan el excelente. Es el caso de la princesa Cecilia (Antonia Giesen), Gómez (Pedro Fontaine), Alderete (Nicolás Zárate), Catalina (Patricia Cuyul)...

La verdad es que es una serie para disfrutarla, para asombrarse y horrorizarse de la conquista desarrollada hace 500 años, de cómo un puñado de españoles pudieron alcanzar tanta gloria en una campaña imposible, de cómo se encontraron con un pueblo orgulloso y luchados (mapuches) y de cómo las inflexibles leyes de la época se interpusieron en una salvaje historia de amor.

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