'Bohemian Rhapsody', el biopic sobre Freddie Mercury y Queen, es una pedazo de película emocionante, impactante, sobrecogedora, poderosa, romántica, agresiva y muy potente.
Hay varias escenas que ponen los pelos de punta, que nos invitan a llorar, y hay otras que nos llevan a lo más alto de la mano de la genialidad de Mercury y la brutal banda que fue Queen.
La soledad es uno de los puntos centrales de toda la cinta. Pese a estar en la cúspide, el líder de Queen se encuentra perdido, solo rodeado de aprovechados. Su genio es únicamente comparable a sus traumas e inseguridades.
'Bohemian Rhapsody' es un canto a la libertad, al arte, a los sueños y a la amistad, pese a que haya que recorrer un camino lleno de espinas para alcanzarlos. No todo lo que brilla es oro. En la vida de Mercury hay muchos claroscuros que quedan completamente ocultos por la enorme luz que desprende uno de los mejores cantantes, letrista y compositor de todas las épocas.
El principio y el final de la película son lo mismo: la cúspide de Queen con una de las mejores actuaciones de la historia: los 20 minutos que los condujeron al olimpo de los dioses durante el Live Aid de Wembley para luchar contra el hambre en el mundo. Ese recital fue visto en julio de 1985 por 100.000 personas en el mítico estadio londinense y por 1.500 millones desde sus casas.
Una cinta con mucha alma, corazón y vísceras, y arte a raudales. Emociones extremas y un sentimiento de que a los 45 años nadie merece morir, ni siquiera los humanos tocados por la varita mágica del talento más absoluto. Viva la Reina y Freddie el inmortal!!! El espectáculo debe continuar!!!
PD: Espectacular actuación de Rami Malek encarnando a Farrokh Bulsara.
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