Muy violenta. Con gore. Cortes de manos, brazos y apuñalamientos sarnosos. Así es esta delicia del cine que mezcla thriller, terror y vísceras. Y eso que la película empieza plácidamente con una banda de piojosos músicos punkis en ruta por Estados Unidos en busca de la fama. Viajan en una furgoneta destartalada con el objetivo de comerse el mundo, solo pertrechados con alcohol, porros y sus guitarras.
En eso que llegan a una población sureña donde un periodista punki y madrugador los entrevista y prepara un bolo... en una reunión de skinheads y supremacistas blancosa las afueras de un pueblo, en Tennesse o Mississippio uno de estos tétricos lugares repletos de racistas, asesinos y mugrientos subhumanos.
Allí, tras una actuación de lo más normal, se desencadena el infierno. Entonces la acción y las muertes se sucederán con ciertos ápices de humor, pero todo ello dentro de lo más tétrico el cine de suspense, terror y sangre, mucha sangre. ¿Quién sobrevivirá a la verdadera cacería? He ahí la cuestión.
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