La adaptación a la pantalla del cómic 'Polar', del español Víctor Santos, es un puntazo. Una película repleta de acción, sangre, violencia y venganza.
Genial la interpretación de Mads Mikkelsen en el papel de un sicario a punto de jubilarse y que tendrá que enfrentarse a varias pruebas suicidas antes de cobrar los 20 millones de dólares de su soñada pensión.
El malo malísimo de la película daría para una tira cómica (recuerda al estrafalario y psicópata presidente-dictador de Corea del Norte, Kim Jon-un) si no fuera por su sadismo extremo.
El grupo de asesinos que dirige este también dan para otra serie. A cual más extravagante y sociópata.
El personaje principal, el asesino a sueldo que es Mad Mikkelsen, es algo así como un cowboy solitario a quien persiguen los suyos. Escondido en una cabaña de Montana, trabará amistad con una misteriosa mujer con mucha miga.
Esta es una película que a nivel de acción en nada envidia a Kill Bill o Reservoir dogs. Atrapa y divierte, a pesar de sus escenas subidas de vísceras y adrenalina. Un puntazo.
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